Entrevista: Hernán Cueva
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Redactora: Andrea Martínez
Johanna Ballesteros es Country Director & Legal Entity Representative de MSD, una importante farmacéutica a nivel mundial de investigación y desarrollo.
Esta importante ejecutiva ecuatoriana lleva 18 años de experiencia en la industria farmacéutica y de consumo, de los cuales tres han transcurrido en MSD, desde las áreas de mercadeo hasta el cargo que mantiene actualmente en Ecuador.
Su experiencia por diferentes países, como Costa Rica, Alemania, México, Suiza, le dio la oportunidad de enfrentar varios retos, salir de su zona de confort y llegar a Ecuador a proponer una gestión disruptiva y de gran alcance.
Conversamos sobre MSD en el mundo y sus planes enfocados en apoyar a la sociedad ecuatoriana en la promoción de la salud y bienestar.
¿Cuéntanos sobre MSD en el Ecuador y el mundo?
—Somos una farmacéutica de investigación y desarrollo. Nos especializamos en enfermedades oncológicas, diabetes, de tratamiento hospitalarios e inmunología (vacunas).
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Nuestro objetivo es descubrir nuevas moléculas farmacéuticas que ayuden a mejorar la vida de los pacientes, sobre todo, que atraviesan enfermedades complejas.
Ofrecemos al Ecuador una inmunoterapia que ha permitido cambiar la historia en lo que a tratamientos de cáncer se refiere, la tenemos disponible en el país para que los médicos ecuatorianos tengan la posibilidad de usarla en los pacientes oncológicos.
Vamos 50 años creyendo en el país y dispuestos a seguir transformando la vida de nuestros pacientes. Aquí, nuestras áreas o pilares de crecimiento son las relacionadas con oncología y vacunas.
Además, estamos alineados a los objetivos del Ecuador y de la OMS, para eliminar el cáncer de cérvix como un problema de salud pública, ofreciendo tanto en el sector público como privado la vacuna que permite prevenir los cánceres asociados al virus del papiloma humano (VPH), y de esta forma poder evitar el cáncer de cuello uterino.
La importancia de hacerlo es que el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte más frecuente en Ecuador en mujeres, después del cáncer de mama, pese a que es prevenible. Sin embargo, aunque hoy en día existe la vacuna, dos mujeres al día mueren en el país por esta patología.
En este mismo camino, nuestra investigación se encuentra enfocada en vacunas que pudieran prevenir otros tipos de enfermedades que son un problema de salud pública en los países.
¿Qué debemos conocer sobre esta vacuna?
— Las dosis de la vacuna dependen de la edad, en el caso de los niños y las niñas de 9 años deberían colocarse dos dosis, en adolescentes y adultos deberían colocarse tres dosis. Depende de lo que el profesional médico decida.
Nuestra visión y misión como empresa es erradicar el cáncer de cuello uterino en el país, y por ende, los cánceres asociados al virus del VPH.
¿Cuántas personas te apoyan en esta labor en Ecuador?
—El equipo de MSD en Ecuador está conformado por 55 personas y en términos de diversidad e inclusión estamos a la vanguardia. Tenemos 51% de mujeres en cargos gerenciales y directos. Acabamos de obtener la certificación “Great Place To Work”, en la que salimos muy bien calificados en muchas áreas.
Me enorgullece que fomentamos la inclusión y ambientes seguros para hombres y mujeres, gracias a cuatro unidades de voluntariado que creamos: la primera para potencializar a las mujeres en roles y cargos directivos; otra para el apoyo de las comunidades LGBTQIA+; la de personas con discapacidad; y la de que nos ayuda a que las cuatro generaciones que laboran en la empresa (Baby Boomers, Generación X, Millennials y Centennials o Generación Z) puedan coexistir y complementarse.
Además, somos parte de Pacto Global Ecuador desde 2022 y estamos trabajando fuertemente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sobre todo en Salud y en Reducción de Inequidades, dando ejemplos concretos de las carreras en las que se ha potencializado a las mujeres y se van rompiendo estereotipos.
¿Cómo lo han logrado?
—Entendiendo que esto no solo se trata de un tema de género, sino de perfiles. Hace pocos años no era común que un trabajador del área de finanzas pase a marketing o a ventas. En MSD trabajamos para romper estereotipos y brindar oportunidades de este intercambio profuncional. Yo, por ejemplo, vengo del área de finanzas y ahora estoy en la parte comercial, de marketing y ventas, un claro ejemplo de cuando apuestas al talento ya no hablas de género, edad o la parte técnica, sino de competencias.
En MSD se trata de lo que puedes demostrar. Yo salí de los estereotipos: a los 24 años tuve la oportunidad de trabajar fuera del país, empecé a manejar gente, me enfrenté a barreras como la de mi juventud, mujer, latina, pero al final se trata de ir abriendo camino a las generaciones que vienen, enfocándonos en el talento.
Esas son las conversaciones que todos los líderes debemos tener para cambiar la forma en que interactúas con el personal y logras que potencialicen su talento. La filosofía en MSD es que cada día seamos nuestra mejor versión.
¿Con qué otras acciones MSD apoya a la comunidad?
—Como parte de nuestra responsabilidad social, vamos por segundo año trabajando en voluntariado en el Banco de Alimentos. En un país donde hablamos de desnutrición infantil, es contradictorio ver cómo cientos de toneladas de comida se desperdician. Como MSD hacemos talleres para capacitarnos en el tema y generar conciencia en nuestro círculo de influencia cómo evitar el desperdicio.
Además, estamos ejecutando el proyecto “MSD for mothers”, de gran orgullo para mí, porque es la primera vez que logramos traer la donación global que realiza MSD a Ecuador, la cual ha beneficiado a más de 18 millones de personas en el mundo.
Nuestro país nunca había sido considerado para este donativo, pero en 2022 fuimos seleccionados para recibir 250 mil dólares para trabajar con UNICEF. El proyecto tiene como objetivo el fortalecimiento de capacidades en la atención integral de la salud sexual y reproductiva de las mujeres para reducir la morbimortalidad materna, fetal y neonatal. El enfoque que manejamos es que ninguna mujer debería morir al dar vida o que el niño corra peligro y fallezca.
El proyecto incluye el seguimiento personalizado de 1.000 embarazos a través de una aplicación móvil, la sensibilización y educación de 5.000 mujeres, 2.000 familias y 3.000 adolescentes en salud sexual y reproductiva y prevención del embarazo adolescente, con la participación de redes de apoyo y voluntarios comunitarios.
La importancia de trabajar en el tema radica en que, al menos, 709 mujeres en Ecuador mueren a causa de un embarazo que no es monitoreado adecuadamente y por la falta de educación sexual.
Es por eso que MSD es una gran empresa y tiene una filosofía de trabajo que se preocupa por las personas más allá del rol. Al final, es un gran lugar para trabajar.