En respuesta a la emboscada ocurrida el 9 de mayo en Alto Punino, donde 11 militares de la Brigada de Selva N.º 19 “Napo” perdieron la vida durante una operación contra la minería ilegal, el Ejército ecuatoriano ha intensificado su presencia en la región fronteriza con Colombia.
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El comandante general del Ejército, Henry Delgado, trasladó su puesto de mando a la Brigada N.º 19 Napo y supervisa personalmente las operaciones desde El Coca.
“Como parte de la planificación se realizaron los requerimientos debidos al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, de ahí el apoyo que tenemos de helicópteros de la Fuerza Aérea con quienes nos facilita el traslado de nuestro personal (...) De esta manera alcanzar los objetivos que nos trazamos y cumplir nuestra misión de neutralizar e inclusive eliminar a quienes han causado este luto nacional”, dijo la autoridad.
La ofensiva incluye un cerco táctico del área, operaciones de reconocimiento ofensivo y rastrillaje territorial, despliegue de unidades de Fuerzas Élites Especiales, apoyo aéreo con helicópteros, movilidad terrestre reforzada y recursos logísticos como drones de reconocimiento, sistemas de comunicación encriptados, sensores de rastreo y apoyo en inteligencia operativa.
El grupo armado responsable, identificado como Comandos de la Frontera, es una disidencia de las FARC que opera en la región del Putumayo colombiano y ha extendido sus actividades ilícitas, como el narcotráfico y la minería ilegal, a territorio ecuatoriano.
Alias “Compadre”, uno de los abatidos
El general Delgado confirmó que uno de los abatidos en el enfrentamiento sería alias “Compadre”, presunto comandante de los Comandos de la Frontera en Ecuador, información que está siendo verificada en coordinación con autoridades colombianas.

El Ministerio de Defensa Nacional y el Ejército ecuatoriano han reiterado su compromiso de continuar las operaciones con el máximo rigor operativo, protegiendo a la población, asegurando áreas estratégicas y cumpliendo su deber constitucional con firmeza, honor y profesionalismo.
La situación en la frontera norte de Ecuador sigue siendo monitoreada de cerca, y se espera que las acciones coordinadas entre Ecuador y Colombia contribuyan a restaurar la seguridad y el control en la región.